Aprendiendo de las crisis

Mi conversación con Eduardo Acosta, CEO de Omnicon

Recientemente tuve el privilegio de sentarme a conversar con Eduardo Acosta en el último episodio de Accelerate. Eduardo es el CEO de Omnicon, una empresa líder en tecnología industrial con más de 30 años de experiencia. Su historia es una verdadera inspiración sobre cómo enfrentar adversidades y convertirlas en oportunidades de crecimiento.

Imagínense esto: Eduardo comenzó su camino en un "garaje latino", como él mismo lo llama, y hoy ha llevado soluciones de automatización y transformación digital a más de 65 países. Pero lo que más me impactó fue cómo las crisis, lejos de detenerlo, han sido el motor que aceleró su éxito.

Durante nuestra charla, Eduardo compartió cómo enfrentó varias crisis económicas en Colombia, como las de 1995, 1999 y 2009. En lugar de reducir su equipo o disminuir sus operaciones, tomó decisiones contraintuitivas pero poderosas. Por ejemplo, durante la recesión de 1999, cuando muchos expertos internacionales no querían venir al país, él vio una oportunidad para demostrar el talento local y expandirse a nuevos mercados. ¡Incluso aceptaron proyectos en países donde ni siquiera hablaban el idioma!

Lo que realmente resonó conmigo fue su enfoque humano y cercano con su equipo. En momentos difíciles, en lugar de despedir personal, decidió invertir en su gente, capacitándolos y preparándolos para el futuro. Eduardo me contó cómo llegó a llamar personalmente a cada uno de sus empleados para explicarles la situación y buscar soluciones juntos. Esa empatía y transparencia han construido una cultura empresarial sólida y unida en Omnicon.

También hablamos sobre la importancia de la cultura organizacional y cómo tratar a las personas como adultos, confiando en ellas y dándoles autonomía, puede transformar una empresa. Eduardo comparó su cultura empresarial con un jardín diverso y vibrante, donde cada persona aporta algo único y valioso.

Uno de los momentos más inspiradores fue cuando Eduardo compartió el concepto del "Time Maker" versus el "Time Taker". Me explicó que un "Time Maker" es alguien que aporta soluciones y facilita el trabajo en equipo, mientras que un "Time Taker" suele ser parte del problema. Esta perspectiva me hizo reflexionar sobre cómo todos podemos aspirar a ser creadores de tiempo y valor en nuestras organizaciones.

Para cerrar, Eduardo nos dejó un consejo invaluable basado en el arte japonés del Kintsugi. Nos invitó a ver nuestras "cicatrices" y errores no como fallas, sino como partes esenciales que nos hacen únicos y valiosos. Al reparar nuestras roturas con hilos de oro, embellecemos nuestra historia y aprendemos a compartir nuestras experiencias para ayudar a otros.

Personalmente, esta conversación me dejó lleno de ideas y energía para aplicar en mi propia vida y carrera. Si están buscando inspiración o simplemente quieren escuchar una historia real de perseverancia y liderazgo, los invito a que escuchen el episodio completo.

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